La Ley de la Segunda Oportunidad ofrece una solución para los ciudadanos con deudas de las cuales no puedan hacerse cargo por una mal situación financiera en el presente. Como su nombre lo indica, esta ley ofrece una nueva oportunidad al ciudadano para que el pago de sus deudas pueda reestructurarse según sus capacidades económicas en la actualidad. De hecho, en caso de demostrarse que el ciudadano es incapaz de pagar la deuda o que los acreedores no lleguen a un acuerdo, se le puede hacer una exoneración.
Otra posible alternativa es la reunificación de deuda. Si todavía no te has declarado insolvente y necesitas ayuda para pagar tus deudas, esta solución puede proporcionarte algunos beneficios.
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¿Qué es la Ley de Segunda Oportunidad?
La Ley de Segunda Oportunidad es una ley que provee una oportunidad para que se puedan negociar las cuotas y condiciones de una deuda con los acreedores, según las capacidades del individuo para pagar la deuda. Como última instancia, esta ley ofrece la exoneración de las deudas.
La Ley de Segunda Oportunidad se encuentra en la Ley 25/2018 de mecanismo de segunda oportunidad y reducción de carga financiera que fue publicada en el BOE. La ley ofrece facilidades para cancelar las deudas tanto a personas físicas como jurídicas. Sobre todo, se da en condiciones donde las deudas se han ido acumulando durante los años y se convierten en un problema financiero. En cualquiera de las dos soluciones que ofrece esta ley, existen ciertos requisitos.
¿Cuál es el objetivo de la Ley de Segunda Oportunidad?
La ley no tiene como propósito librarnos totalmente de nuestras deudas y muchos menos si el impago es causado por irresponsabilidad de nuestra parte. Es decir, no pretende beneficiar a irresponsables de mala fe que solo quieran obtener un beneficio económico,
El objetivo de esta ley es ayudar a las personas de buena fe que, por algún circunstancia ajena, situación económica o fracaso empresarial, no tenga la capacidad de pagar tal deuda. Es decir, debe ser una persona de buena fe que de un momento a otro no tiene la solvencia para pagar la deuda. El objetivo es aliviar el peso de la deuda y de solventar algunas de ellas en caso de ser necesario.
Tomemos el ejemplo de un sevillano de 60 años que contrajo una deuda 2 millones de euros. Pero hizo una mala inversión inmobiliaria y se le fue imposible pagar la deuda. Esta persona se acogió a la ley y fue beneficiada recibiendo la exoneración de la deuda.
¿Quiénes pueden beneficiarse de la Ley de Segunda Oportunidad?
Tanto particulares como autónomos que tengan imposibilidad de pagar sus deudas pueden beneficiarse de esta ley. El procedimiento es el mismo tanto para autónomos como para particulares. La única diferencia es que los particulares deben iniciar el procedimiento ante un notario. Pero los autónomos ante la Cámara de Comercio o el Registro Mercantil correspondiente.
Requisitos para la Ley de Segunda Oportunidad
Los requisitos de la Ley de Segunda Oportunidad puedes encontrarlos en el Artículo 178 bis. Los requisitos que menciona son:
- El deudor debe ser inocente y transparente. El ciudadano no debe mentir sobre su situación económica. Tampoco debe guardar documentación relacionada y relevante para este caso. Si le descubre cometiendo alguna de estas infracciones, se le quitará el derecho para ampararse en esta ley.
- No debe haber cometido ningún delito en el ámbito socioeconómico. El deudor no debe contar con ninguna sentencia firme de falsedad documental, contra los derechos de los trabajadores, contra Hacienda Pública, contra el orden socioeconómico o contra el patrimonio durante los últimos 10 años. Si el deudor se encuentra en un proceso penal, no se podrá amparar hasta que no obtenga una sentencia firme y el juez no tome decisión sobre su caso.
- Debe haber intentado llegar a un acuerdo con los acreedores. Antes de ampararse ante la ley, el deudor debe intentar llegar a un acuerdo con sus acreedores sobre los pagos de sus deudas. Este acuerdo debe llevarse con un profesional certificado o un notario que dé fe y sea testigo de la reunión.
- Debe haber mostrado integridad en diversos créditos. El deudor debe mostrar integridad en cuanto al pago de las deudas se refiere, tanto con en el pasado como en la actualidad. Debe ser cumplido en el pago de abogados y notarios, así como de hipotecas y créditos públicos.
- Tuvo que haber intentado un Acuerdo Extrajudicial. Debe intentar llegar a este acuerdo con los acreedores. Si los acreedores no aceptan, es posible que las deudas sean canceladas al final del proceso.
- No haberse amparado en esta ley en los últimos 10 años. No es una ley en la que podamos ampararnos regularmente.
- No haber rechazado una oferta laboral adecuada para él en los últimos 4 años. Cabe de destacar, una oferta de trabajo que le haya dado una buena capacidad económica para cumplir con sus compromisos financieros.
- Debe aceptar su inclusión en el Registro Público Concursal. De este modo, las personas que tengan interés en ayudarlo pueden investigar realmente la situación actual del deudor.
- La deuda no debe ser mayor a los 5 millones de euros.
Si se cumplen todos estos requisitos, el deudor podrá beneficiarse de la ley. Y si opta del Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho, todas sus deudas serán canceladas.
¿Cuánto tarda la Ley de Segunda Oportunidad para Aplicarse?
No existe un plazo exacto para la aplicación de la Ley de Segunda Oportunidad. El plazo de duración depende realmente del monto de la deuda y del caso de cada persona. Otro factor que afecta la duración del proceso son los plazos que acuerden el deudor y el acreedor.
¿En qué consiste el proceso de la Ley de Segunda Oportunidad?
Esta ley consta de 4 pasos:
- El deudor se acoge en la Ley de Segunda Oportunidad. Es la fase inicial cuando el deudor presenta su caso y ofrece el expediente. La duración legal de este proceso es de 30 a 45 días.
- La firma notarial y la negociación extrajudicial. Suele tener una duración entre 3 a 6 meses.
- Concurso consecutivo y resolución del juzgado. La resolución en el juzgado se suele dar cuando no se llega a un acuerdo extrajudicial. Tiene una duración de 3 a 6 meses.
- La liquidación o exoneración de la deuda. La liquidación y la exoneración de las deudas puede darse en un periodo de 6 a 9 meses para deudas personales. Para deudas con administración pública, el pago suele ser de 5 años.
¿Es posible pagar las deudas con la Ley de Segunda Oportunidad?
En primera instancia, la Ley procura que la persona endeudada llegue a un acuerdo con los acreedores sobre plazos y montos de pago para solventar las deudas dentro de sus posibilidades. Cuando no es posible llegar a un acuerdo, se podrá solicitar el BEPI para la cancelación de toda la deuda.
Ventajas de la Ley de Segunda Oportunidad
Esta ley ofrece muchas ventajas a personas endeudas que no tengan las capacidades financieras para solventarlas, tales como:
- Oportunidad de negociar las deudas. Puedes presentar tu situación a los acreedores y negociar con ellas para que te ofrezcan más facilidades de pago o una reestructuración de las cuotas. En muchos casos, los acreedores suelen estar dispuestos a ayudarte.
- Posibilidad de una satisfacción crediticia con un banco. Bajo ciertas condiciones, es posible encontrar la exoneración de un crédito de hipoteca, por ejemplo, en caso de no poder pagarla.
- Beneficio de exoneración. Ante deudas impagables, lo más común es que debamos pagar las deudas con nuestro patrimonio. Cuando optamos por esta ley, nuestro patrimonio se verá protegido y obtendremos la oportunidad de saldar la deuda.
- Protección de créditos más sensibles. Como las pensiones alimenticias o los créditos públicos.
La Ley de Segunda Oportunidad es una ley bastante confiable. En España, encontramos cientos de casos de ciudadanos que pudieron librar de su deuda gracias a esta Ley. A finales de 2019, V. Bitrián de Barcelona pudo librarse de su deuda de 4 millones de euros que fue totalmente exonerada. Esto después de verse en una situación económica bastante crítica y de intentar negociar con sus acreedores sin ningún éxito.
Cómo acogerme en la Ley de Segunda Oportunidad
Lo mejor para gestionar todo este proceso es un contratar un abogado especializado en este tipo de casos. De esta manera, te ayudará a gestionar todo de manera rápida y efectiva. En el 89% de los casos, se suele obtener una cancelación total de la deuda.