¿Es el momento de la Financiación alternativa?
La falta de liquidez es el principal problema con el que se están encontrando las empresas con la vuelta a la “normalidad”. Diversificar, diversificar, diversificar, es lo que más repetimos, diversificar las fuentes de financiación de una empresa porque es siempre importante pero lo es más aún en época de crisis.
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Líneas de financiación tradicional y líneas de financiación complementaria.
En España se tiene una gran dependencia de la financiación tradicional a diferencia de otros países europeos, donde el reparto entre financiación alternativa y financiación bancaria es mucho más equitativa. Mientras que en países como Reino Unido y Alemania las empresas cada vez diversifican más sus fuentes de financiación las españolas siguen dependiendo de manera excesiva de la financiación bancaria.
Deberíamos ver ya un cambio de tendencia a corto plazo, pues la situación actual en la que estamos nos ha enseñado que la financiación bancaria no es suficiente para cubrir todas las necesidades de las empresas, hay empresas que se están quedando al margen del sistema de financiación tradicional por su menor poder negociador.
La financiación alternativa supone una tabla de salvación para inyectar liquidez en los momentos de crisis como los de ahora, pero también actúa como motor en las épocas de expansión y crecimiento. La financiación alternativa genera un mercado más diversificado y especializado que beneficia a todas las empresas.
Financiación bancaria y alternativa, son complementarias.
La financiación alternativa brinda al cliente unas soluciones mucho más personalizadas, plazos más flexibles y una política de riesgo mucho menos restrictiva. En el caso de la financiación bancaria o tradicional vemos cómo continúan concediendo esos créditos y préstamos a las empresas que menos dudas plantean a la hora de su devolución, ¿pero qué pasa con el resto de empresas, las que más lo necesitan tras meses de inactividad?
Estas empresas siguen encontrando la negativa por parte de las entidades bancarias, lo que las destina en muchos casos a la desaparición. En este caso, la financiación no bancaria está en posición de aliviar y mitigar la amenaza de exclusión financiera de algunas empresas del tejido empresarial.
Es la hora de la financiación alternativa no bancaria, porque ofrecen soluciones más personalizadas con plazos inmediatos y cubren las necesidades financieras de todas las empresas.
Las empresas han de utilizar todas las soluciones de financiación que tengan a su alcance, los bancos tradicionales y las entidades de financiación alternativa se complementan y las empresas deben aprovecharlo para salir cuanto antes de esta.
